Tu registro diario de hábitos.
Piensa en esto

Antes de tu primer sorbo de agua cada día, haz una pausa y piensa en algo por lo que estés agradecido

Estoy listo para continuar
El hábito de hoy

El agua, cada mañana, es tu primera maestra de gratitud.

Antes de mi primer sorbo, me paro. Sostengo el vaso y dejo que surja un momento de gratitud tan claro como el agua en mis manos.

Estoy listo para continuar
El hábito de hoy

Llevo la gratitud conmigo como el agua lleva vida.

Estoy listo para continuar
La onda del mañana

Mañana comienza con aprecio. Las pequeñas gratitudes diarias se acumulan en una fuente de alegría.

¡Hábito completo!

Te presentaste. Te has dado cuenta. 

Eso es lo que importa.

Cada pequeño paso desarrolla tu hábito.
Vuelve mañana para seguir creciendo.