Después de un pequeño logro o tarea cumplida, recompénsate con un vaso de agua y un «buen trabajo» mental
Estoy listo para continuar
Cada victoria merece un brindis, incluso las pequeñas.
Después de cualquier victoria, grande o pequeña, la celebro con un vaso de agua. Lo levanto y pienso «buen trabajo», dejando que el agua honre mi esfuerzo.
Mañana reconozco mi valor. Aceptar pequeños logros construye confianza y motivación para más.
¡Hábito completo!
Te presentaste. Te has dado cuenta.
Eso es lo que importa.
Cada pequeño paso desarrolla tu hábito.
Vuelve mañana para seguir creciendo.